viernes, 26 de noviembre de 2010

"Yo canto como ando, escuchando el paisaje"

Aunque como pastor haya cambiado las cabras por las ovejas, José Domínguez (Aznalcóllar, 1944) sigue y seguirá siendo El Cabrero, un emblema de pureza y sobriedad flamencas. Trasunto descarnado de otro pastor guerrero, Miguel Hernández, su fidelidad a sí mismo tanto en el escenario como en su peculiar activismo social y político —es pionero en la lucha contra la apropiación del campo público por parte de los terratenientes— contribuyó en los primeros ochenta a consolidar una etiqueta de "símbolo de la Transición" que entusiasma a quienes lo ven como un icono popular de la izquierda andaluza, pero que en parte ha eclipsado y caricaturizado al artista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario